Palabras

La juventud se ha caracterizado por ser el sector de la población más rebelde e inconforme con las injusticias, los atropellos y la represión por parte del Sistema, aunque en determinados momentos de la historia de la humanidad, no han escapado al embate ideológico de las clases dominantes, mermando considerablemente sus luchas por la construcción de sociedades nuevas, libres y justas.

En la actualidad, y desde hace ya varias décadas, el imperialismo y las clases que manejan el poder han desarrollado una ofensiva frontal para confundir y alejar a la juventud de la lucha de clases.

Cada día los grupos en el poder gastan miles de millones de dólares en lo que ellos llaman la industria del entretenimiento, una maquinaria super-desarrollada y muy efectiva para manipular el pensamiento de grandes sectores de la población, en particular el juvenil. Cada día nos traen ídolos prefabricados, y modas, que en poco tiempo se convierten en determinantes para actuar y hasta pensar. Con preocupaciones superficiales nos pretenden tener ocupados con tonterías y hacer a un lado las cosas que de verdad importan.

Nos dicen que nos olvidemos ya de ideas prehistóricas como la revolución y la justicia, mejor ocupémonos de quien gano los premios grammy A nadie debe importarle cosas pasadas de moda como la explotación y la miseria si para esta primavera el color de moda es el azul. Nos dicen que "la historia se acabó y llegó el fin de las ideologías. Y que pereza hablar de política, al fin al cabo el mundo fue, es y será siempre así y no es posible cambiarlo."

Ellos quieren una juventud apolítica y apática, que no le importe lo que pasa a su alrededor. Una juventud que este sumida en el concepto del individualismo y el consumismo. Una juventud que venere el dinero como a un dios y que su máxima aspiración sea ser "dueña de si misma" y al ser totalmente superficial hablan de independencia, que nadie les diga que tienen que hacer ¡Como si se pudiera ser independiente pensando con cerebro ajeno!

El sistema actual sólo ofrece a las y los jóvenes lo necesario para convertirse en verdaderos autómatas, las drogas, que ya es un conocido método del imperio para neutralizar a los descontentos, además de bombardearnos 24 horas con programas de televisión, películas y revistas "light", que nada tienen que ver con nuestra realidad ni nuestros problemas, han hecho que un gran sector juvenil caiga en el estado de vegetación social al cual nos pretenden llevarnos a todos y todas.

Los imperios saben bien que la identidad cultural de los pueblos constituye una amenaza peligrosa y es un elemento activo del "indeseable" concepto de soberanía. Nos quieren hacer olvidar nuestras raíces, saben que la historia de nuestros pueblos es de lucha y resistencia, repleta de héroes y heroínas que vivieron y murieron dignamente defendiendo los intereses de los desprotegidos. En la óptica de los burgueses, esto, constituye una amenaza, dichos ejemplos llaman a la batalla sin cuartel contra el enemigo de clase. O sea en su contra.

Por eso ahora pretenden aculturizarnos y convertirnos completamente al "american way of life", estilo de vida americano. La moda, la música, las noticias y hasta la comida se han convertido en triste copia de lo gringo.

Pero aunque la ofensiva sea agresiva y poderosa, a pesar de las toneladas de dólares invertidos para esta labor, también hay jóvenes en todo el mundo desafiando y contradiciendo lo que dice el imperio, resistiendo a ser absorbidos por la ideología burguesa que, sin principios ni escrúpulos, lo único que pretende es convertirnos en unos verdaderos zombis, clientes perfectos, productores de riquezas para las grandes transnacionales.

Los jóvenes, resistimos y luchamos contra el modelo que pretenden imponer. Nos sentimos parte del movimiento mundial contra la globalización y antiimperialista, decimos que no es cierto que la historia se acabó porque son los pueblos, con su diario batallar, los que escriben la historia. Tenemos derecho a aspirar a un futuro mejor, nuestros sueños y esperanzas los sembramos constantemente a golpes de fusil, porque no han dejado otro camino.

Y a los que defienden la teoría de Fukuyama, del fin de las ideologías, a las transnacionales, a los terratenientes y a todos aquellos que tienen sumidos a nuestros pueblos en la miseria y la ignorancia, les reiteramos ¡que si es posible la revolución! Que construiremos una sociedad nueva y mejor sobre las ruinas de esta ya caduca e inhumana. Y juntos, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, trabajadores y desempleados, campesinos y estudiantes edificaremos entre todos y todas para todos y todas el nuevo mundo.

Los jóvenes del mundo deben tener conciencia de lo que pasa a su alrededor y dejar de ser idiotas útiles. Tenemos que tomar parte activa en la lucha antiimperialista y de liberación. Hay que organizarse, prepararse y estudiar, para luchar concientemente contra la explotación y conquistar, de verdad, la libertad, recordando que si bien el presente es de lucha, el futuro es nuestro.

- Rafael Morel