El
objeto final de la educación no debería ser
más que el de formar hombres libres y llenos
de respeto y de amor hacia la libertad ajena.
Así, el primer día de la vida escolar, si
la escuela recibe a los niños en su tierna
edad, cuando comienzan apenas a balbucear
algunas palabras, debe ser el de la mayor
autoridad y el de una ausencia casi completa
de libertad; pero su último día debe ser el
de la mayor libertad y el de la abolición
absoluta de todo vestigio animal o divino
de la autoridad.
-Mikhail
Aleksandrovich Bakunin